
Para que nuestro cuerpo pueda convertirse en una referencia a la hora de medir la arquitectura, el espacio, el equipamiento, necesitamos conocer sus medidas, y para registrarlas, debemos aplicarlas a un gráfico sintético donde estén expresadas sus dimensiones y sus relaciones.
Como podrán observar en el Modulor de Le Corbusier, hay un esfuerzo por descubrir relaciones núméricas y geométricas entre las medidas de las distintas partes del cuerpo, y de expresarlas en escalas, mediante curvas, y colores, particiones armónicas, que hacen que cada parte se convierta en una fracción del todo.